En un hecho inédito en la historia de nuestro gremio, tanto docentes como dirigentes del Colegio de Profesores, caminaremos desde la sede central de nuestra organización, ubicada en calle Moneda, hasta las afueras del Congreso Nacional localizada en la ciudad de Valparaíso, en lo que hemos denominado como la ‘marcha de la decencia’. Serán varios días de caminata y se espera que durante ella se sumen docentes, padres, estudiantes y comunidad en general para expresar su apoyo a esta singular forma de protesta y reclamo de los profesores para ser escuchados por las autoridades gubernamentales y parlamentarias.
Entre las demandas que motivan esta manifestación de 3 días figura nuestro reclamo por el proyecto de ley de Nueva Educación Pública o desmunicipalización. No sólo por no haber sido escuchados ni considerados en la formulación de este proyecto de ley, sino fundamentalmente porque de acuerdo al cuerpo legal que hoy se discute en el Congreso se mantienen intactos los pilares del actual sistema de administración de la educación pública generado en dictadura: el sistema de financiamiento, la figura de sostenedor de la labor educativa, las extensas facultades que se otorgan a los encargados de los servicios locales de educación, la certeza de que con esta ley las deudas que se tienen con los docentes de todo el país no serán canceladas y se dará paso a una segunda deuda histórica, la mantención del paradigma mercantil, competitivo y estandarizado de la educación, entre muchos otros tópicos.
Junto con estos aspectos referidos al proyecto de ley de desmunicipalización nuestra caminata a Valparaíso se enmarca también en la exigencia que hemos venido realizando a las autoridades del Ministerio, desde hace meses, en 7 mesas de trabajo. Hasta aquí la autoridad ha dado mínimas y deficientes respuestas a nuestras exigencias. Las mesas de trabajo que se han desarrollado en los últimos meses son: carrera docente y evaluación, deuda histórica, currículum, educación diferencial, educación parvularia, agobio laboral docente y desmunicipalización. Exigimos respuestas concretas, satisfactorias y que garanticen la preocupación del Estado por la educación de los niños y jóvenes de nuestro país.

Caminamos hacia Valparaíso después de haber manifestado, de distintas formas y en diversos espacios, nuestros puntos de vista y exigencias para tener una mejor educación dirigida a los estudiantes chilenos. Han sido decenas de reuniones con autoridades ministeriales y de gobierno, hemos asistido al parlamento donde hemos sido recibidos por diputados y senadores, nuestro presidente nacional asistió a Ginebra y presentó ante la OIT la dura situación que vivimos los docentes hoy, en donde el agobio laboral ha sido una constante en el ejercicio de nuestra labor. Han sido decenas de campanazos, velatones, marchas, mitting, asambleas, reuniones y diversas formas de protesta contra el actual sistema educativo y las condiciones laborales de los profesores y profesoras de nuestro país. Junto a todo esto no puedo dejar de mencionar el exitoso paro nacional de docentes realizado el pasado 17 de agosto, donde, de Arica a Punta Arenas, los profesores se manifestaron por una mejor educación para nuestro pueblo. En la Región Metropolitana esta expresión de paro se vio reflejada con la presencia de miles de maestros y maestras que coparon la Alameda y llenaron de canticos y rondas la mañana de ese jueves.
Caminamos hacia Valparaíso convencidos de que representamos a los miles de profesores y profesoras del país que cada mañana se levantan llenos de energía y vocación, dispuestos a dar lo mejor de sí para formar y educar a las nuevas generaciones.
Caminamos hacia Valparaíso con la frente en alto y el paso decidido, sabiendo que alcanzar una mejor educación para nuestro país requiere de esfuerzo y compromiso de quienes representamos a los docentes chilenos.
Caminamos hacia Valparaíso decididos a defender los derechos e intereses de los más humildes y desvalidos que son los niños que atendemos a diario en nuestra educación pública. Porque no es posible seguir enseñando en las condiciones de marginación y falta de recursos elementales para cumplir con esos estudiantes que a diario acuden a nuestras escuelas y liceos.

Caminamos a Valparaíso esperanzados de que se escuche el clamor del docente que, por más de 30 años, espera el pago de una deuda histórica que el Estado tiene con él. Recordaremos en nuestro recorrido hacia el puerto a quienes ya no nos acompañan, pero hasta sus últimos días lucharon y defendieron su derecho a que dicha deuda sea pagada.
Caminaremos hacia Valparaíso convencidos que se requieren mejores días para la educación y los educadores chilenos. Porque los niños, niñas y jóvenes que atendemos merecen una educación integral, no estandarizada. Una educación humana, centrada en sus necesidades y requerimientos, donde junto con el conocimiento profundo de la ciencia, se aborden también todas las manifestaciones artísticas y físicas que dan forma a lo que somos, todo esto expresado desde el cariño, el amor y el afecto entre todos quienes conformamos nuestras comunidades educativas.
¡Caminamos a Valparaíso con la esperanza de que ese día mejor pronto llegará!
Carlos Díaz Marchant
Presidente Regional Metropolitano
Colegio de Profesores