A los 103 nos deja Nicanor Parra, el mayor del “clan” Parra, creador de la antipoesía, llegando a ser el poeta vivo más importante de la lengua española. En 1954 destacó y fue marcando una tendencia con su original obra “Poemas y antipoemas”.
Además de poeta era un importante físico y matemático. Una mente lúcida inigualable, que podía recitar de memoria poemas en varios idiomas, contar chistes callejeros, recordar con detalle sabrosas anécdotas con Neruda, su hermana Violeta, así como reflexionar con agudeza, desde la astucia y la experiencia, sobre la vida y la incertidumbre.
Al hijo ilustre de Chillán, solo en la década de los 90s le llegaron los merecidos reconocimientos internacionales.
Fragmento del poema “El Hombre imaginario”:
“El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario
De los muros que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios
Todas las tardes tardes imaginarias
sube las escaleras imaginarias
y se asoma al balcón imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en un valle imaginario
circundado de cerros imaginarios
Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias
a la muerte del sol imaginario
Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar
el corazón del hombre imaginario”.
Departamento de Cultura y Bienestar – Regional Metropolitano. Colegio de Profesores de Chile