Los últimos días hemos tenido noticias de tres tristes partidas de este plano y espacio, por parte de colegas que han aportado al desarrollo de la profesión así como a la lucha por nuestros derechos.
La primera de ellas es la colega jubilada Digna Pinto Cid, profesora normalista de Historia, quien fuera parte activa del gremio docente durante la mayor parte de su vida y desde hace años, en la agrupación “Maestros por siempre Maestros” que reúne a profesores jubilados y luchadores por el pago de la Deuda Histórica, que para ella no llegó en vida.
La profesora Pinto, más conocida como “Minita”, falleció el viernes 25 de enero y su velorio se realizó durante el fin de semana recién pasado en la sede del Directorio Nacional del Colegio de Profesores.
En los mismos días, la dirigente del Regional Metropolitano Clotilde Soto, informaba que la colega Teresa Gómez, quien se desempeñaba en la Escuela Unesco de la comuna de Conchalí, también había partido: “Siempre recordaremos su figura y sus pasos recorriendo los pasillos de la escuela. Sus alumnos la respetaban por su apariencia gentil y bondadosa. Su presencia lo decía todo. Para nosotras y nosotros siempre amable y cariñosa. Desde ahora descansas (…) Esperándonos para conversar sobre esto y lo otro, o tal vez hablemos de una clase importante que nos alegró. Adiós Teresita a volar como las gaviotas y saluda a Gilda y Josefina”, afirmó la dirigente Soto.
Por último desde el Comunal Santiago y su Presidenta María Eugenia Araya, nos llega la información del sensible fallecimiento del colega Pablo Rojas Alarcón, docente de Religión Evangélica y Presidente del Consejo Gremial de la escuela Piloto Pardo.
Como Regional Metropolitano del Colegio de Profesores, hacemos llegar nuestro pesar a las familias de estos tres colegas, a sus comunidades educativas, así como a sus compañeros y compañeras de lucha gremial. El aporte de estos colegas es invaluable y como Colegio de Profesores nos sentimos inspirados por sus obras a lo largo de sus vidas, las cuales, sin duda, les harán trascender más allá de su propia vida.
